El poder de Lisa (BLACKPINK) convierte al peluche Labubu en un fenómeno global de la cultura pop

La influencia de Lisa, integrante de BLACKPINK, ha sido clave para llevar al peluche Labubu —antes un artículo de nicho— al centro de la cultura pop global, generando una explosión en la demanda a nivel mundial.

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🔍 ¿Cómo Lisa impulsó la fama de Labubu?

Labubu es un peluche adorable y peculiar, diseñado originalmente por el ilustrador coreano Steven Lee, que contaba con una base de fans modesta. Sin embargo, gracias al respaldo visible y entusiasta de Lisa —quien ha aparecido frecuentemente con productos y accesorios de Labubu en redes sociales, presentaciones en vivo y eventos con fans—, el personaje ha conquistado a millones de seguidores en todo el mundo.

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📰 Reconocimiento en la moda y medios internacionales

Medios influyentes como Vogue Italia y Teen Vogue han destacado la importancia de Lisa en este fenómeno:

• Vogue Italia elogió su “capacidad instintiva para identificar y amplificar tendencias de nicho”, afirmando que su respaldo transformó a Labubu en un objeto de deseo tanto para fans como para figuras del mundo de la moda.

• Teen Vogue, por su parte, subrayó el impacto de Lisa en la cultura juvenil global, señalando que su promoción apasionada del peluche ha creado una ola de fanatismo que trasciende fronteras y generaciones. Según la revista, Labubu se ha convertido en “un símbolo de creatividad juvenil y autoexpresión lúdica” gracias a Lisa.

Lisa también ha sido mencionada por medios de comunicación en Estados Unidos., reconociéndola como una de las principales responsables del éxito internacional del personaje.

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📈 Éxito comercial y significado cultural

Analistas de la industria señalan que el respaldo de Lisa ha generado un éxito comercial rotundo para la marca. Las ventas de productos relacionados con Labubu se han disparado, y el peluche ahora figura entre los artículos más destacados del merchandising cultural a nivel global.

Este fenómeno no solo resalta la influencia comercial de Lisa, sino también el creciente poder que tienen los ídolos del K-pop para moldear tendencias de consumo y movimientos culturales en todo el mundo.